No siempre se puede pensar que la vivienda va a subir

Se dice que en España la concesión de hipotecas a clientes de alto riesgo no son muy frecuentes. Esperemos que así sea porque el epicentro del barullo financiero que se ha montado en Estados Unidos se debe precisamente a que se han concedido hipotecas con cierta alegría al calor del boom inmobiliario de 2001 a clientes a personas con pobre historial crediticio. En los años noventa este tipo de préstamos suponían el 5% del mercado hipotecario, pero ahora representan el 20%. No he conseguido averiguar cual es el porcentaje en España. Tal vez en el próximo post.

La crisis ha estallado porque el precio del ladrillo no dejaba de subir y los propietarios confiaban en que llegado el caso de que no consiguieran pagar la hipoteca podrían vender la vivienda más cara o lograr una refinanciación para salir del apuro, pero el reventón del mercado de la vivienda y la escalada de los tipos de interés han disparado los impagos por encima del 20%. ¿Podría pasar esto aqui? Esa es la cuestión.

Varias decenas de entidades hipotecarias han quebrado o están en serios apuros financieros. New Century Financial, la primera entidad especializada en el principal negocio, está en bancarrota, el décimo banco hipotecario está al borde de la quiebra y el copresidente y codirector de operaciones del banco de inversión Bear Sterns, Warren Spector, ha dimitido por las pérdidas registradas por dos de sus hedge funds, Fondos de Inversión Libre.. , que significa que invertían en bonos respaldados por hipotecas de alto riesgo.

Nadie sabe cuál es la profundidad de la crisis porque nadie conoce a ciencia cierta qué firmas o entidades tienen esa bomba de relojería en su balance. Ante esta perspectiva los acreedores reaccionan a las malas noticias cerrando ligeramente el grifo de la liquidez. De ahí que los bancos centrales estén insuflando dinero para paliar la actual sequía.

Así que no queda más remedio que esperar a ver que pasa en Estado Unidos en los próximos días/semanas y seguir las noticias económicas, sobre todo en el campo inmobiliario, para evitarse sorpresas.