Unos 200 extranjeros son rechazados cada mes en el aeropuerto de El Prat, según el Cuerpo Nacional de Policía. Los suramericanos copan la primera posición, seguidos de asiáticos y africanos. Cada vez que un vuelo internacional aterriza en Barcelona, el puesto de frontera es la primera criba. Los agentes revisan la documentación y lanzan el interrogatorio: ¿Cuánto dinero gana en su país?, ¿qué ruta turística va a seguir?, ¿dónde piensa alojarse? El objetivo es descubrir, entre la masa de pasajeros, focos de inmigración irregular.
17 agosto 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario