17 septiembre 2007

¿podrían llegar a entederse conservadores y liberales?

Tal vez, tal vez. Todo reside en comprobar si sabiendo que el cerebro es el que manda y que uno no elige realmente ser conservador o liberal, sino que se nace ya de izquierdas o de derechas. ¡Que se le va a hacer! Habría que aceptar con una sonrisa lo que no se puede cambiar, como dijo Maquiavelo. Claro que tampoco pueden los negros ser blancos y el racismo sigue ahí, vivo.

Esta reflexión viene a cuento porque dicen en El País de hoy que según un estudio científico aquellos que se definen como liberales muestran mayor actividad neuronal en el córtex cingulado anterior, una zona del cerebro que se activa siempre en situaciones en las que se impone solucionar un conflicto. Este tipo de personas, según los científicos, son expertas en inhibir sus reacciones.

Por su parte, los conservadores, con un perfil más estructurado y permanente, suelen mostrarse menos flexibles en las situaciones en las que se requiere cambiar un hábito, incluso si han recibido instrucciones de hacerlo.

¿No sería interesante hacer este estudio en algunos lugares del Oriente Medio? ¿Como tendrán
el cortex cingulado los fundamentalistas como Ben Laden?

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