Combustibles a base de microbios

La única forma de revertir el calentamiento global es la bioenergía pero tiene que ser una bioenergía producida correctamente, dice Bruce Rittmann que encabeza muchos de los proyectos de biodiseño y sostenibilidad del Biodesign Institute de la Universidad de Arizona. Las bacterias fotosintéticas pueden capturar la energía solar a niveles más de 100 veces superiores a los de las plantas y sin perjudicar la agricultura.

Es ya obvio que los cultivos bioenergéticos son una mala opción, y que muchos como el etanol pueden quedar obsoletos en poco tiempo debido a que su cultivo ocupa terrenos que deberían dedicarse a producir alimentos. A pesar de que ahora se puede producir combustible a partir de virutas de madera, de los residuos resultantes de las cosechas y de otros desechos industriales el etanol sigue siendo un biocombustible insostenible ya que el desarrollo tecnológico para la producción de energía debe minimizar los daños al entorno y proteger el suministro de alimentos.

Para Rittmann, la solución energética más obvia es aquella que supere todos los tests de escalabilidad, de neutralidad hacia el entorno y de preservación de las reservas alimenticias, es decir, precisamente aquella que procede del factor indispensable para la vida: el sol. Pero cuando la gente piensa en capturar la energía solar en forma de biomasa (materia viva producida en un área determinada de la superficie terrestre, o por organismos de un tipo específico) automáticamente piensan en lo que les resulta familiar, en este caso las plantas, y sin embargo éstas resultan ineficaces a la hora de capturar la energía solar que pueda convertirse en biomasa para usar como combustible. El resultado es que solo puede producir una fracción de las necesidades energéticas de la sociedad, su escalabilidad, es decir el potencial de crecer a la medida de las necesidades sociales sin afectar negativamente al entorno ni enajenar terreno necesario para el sustento humano y en estas premisas es precisamente donde dan la talla las bacterias fotosintéticas, microorganismos autosuficientes e independientes que sintetizan las substancias útiles producidas por la secreción de las raíces, materia orgánica y/o gases perjudiciales (como el sulfuro de hidrógeno) utilizando la luz solar y el calor del suelo como fuentes de energía.

Rittmann cree que los microbios son un un potencial inigualable al servicio de la sociedad que puede enfrentar todos los retos: "las bacterias fotosintéticas pueden capturar la energía solar a niveles más de 100 veces superiores a los de las plantas y sin perjudicar la agricultura", dice Rittmann y se puede además generar biocombustibles en cantidades superiores a las de los actuales combustibles fósibles. Además existen otros microorganismos capaces de convertirse en energía útil como el metano, el hidrógeno y la electricidad en toda clase de biomasas, incluso la procedente de materiales de desecho.


ACTUALIZACIÓN: adjunto un recordatorio de los vaivenes del precio del petroleo, desde el año 47, desgraciadamente en inglés, pero creo que se entiende bien. La línea roja es la que indica el precio a nivel mundial y muestra la escalada de precios desde el 11S (ver a tamaño original)

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