¿Cuanta agua es aconsejable beber?

El agua es para las ranas y pa los peces que nadan bien...


Eso dice la vieja canción de los borrachines y ¿quien sabe? quizás tengan tanta razón como los que juran y perjuran que el agua es beneficiosa para casi todo, desde la salud a la belleza, sobre todo en estos momentos en que el calor aprieta sin piedad y la sed te hace pensar en el preciado líquido cada poco tiempo. Y por esta razón se me ha ocurrido investigar la evidencia científica, estudios, ensayos, cualquier documento serio que me diera una buena razón para beber agua en lugar de cualquier otro líquido con mejor sabor. Para mi sorpresa he tenido que recorrerme un sin fín de páginas para acabar exhausta y sin información que corrobore todo lo que se dice sobre el agua. Más bien al contrario. Un artículo publicado en Junio de este año en la Revista de la Sociedad Americana de Nefrología dice claramente en su titular que NO HAY EVIDENCIA CIENTÍFICA de los beneficios de beber agua en abundancia. Claro que -añade el artículo- tampoco la hay de lo contrario.

De lo que si hay evidencia innegable sin embargo es de que los humanos no podemos sobrevivir más allá de unos cuantos días sin beber agua pero la investigación que demuestre como afecta a la salud beberla en abundancia brilla por su ausencia, por mucho que aparezcan expertos que nos digan que es buena para limpiar el cuerpo de toxinas, mantener los órganos en buen estado, adelgazar y tener una piel de melocotón bien firme y tonificada.

En vista de ello tres científicos de la Universidad de Pensilvania decidieron remangarse e investigar lo que se había publicado hasta ahora y encontraron que la gente que vive en climas calurosos y los deportistas necesitan beber más agua así como quienes padecen ciertas enfermedades pero se quedaron sin saber los datos relacionados con las necesidades de la media de la población general. No encontraron ni un solo estudio que hiciera referencia a la famosa regla de que HAY QUE BEBER 8 VASOS DIARIOS.

Hé aqui pues otro de esos HAY QUES con los que nos bombardean cada día sin la menor base que lo demuestre porque aunque existen algunos estudios que concluyen que beber agua limpia el riñón de determinadas sustancias como el sodio o la urea, éstos no demuestran que exista algun beneficio clínico real resultante de beber más agua de la que pide la sed. Tampoco encontraron evidencia científica de que beber más agua beneficie a los órganos, únicamente quedó demostrado que si el agua se bebe lentamente permanece en el cuerpo mientras que si se hace con rapidez el cuerpo la excreta.

Quedaba por averiguar si había algo de cierto en la teoría de que beber agua mucha agua reduce el apetito, ayuda a mantener el peso y a luchar contra la obesidad. Pues tampoco. Los estudios analizados demuestran no ser concluyentes porque no se encontraron ensayos clínicos cuidadosamente diseñados que midan los efectos del agua en el mantenimiento del peso (y de la línea).

¿Y que hay de la historia de que quienes beben poca agua padecen dolores de cabeza? Ahí si apareció un pequeñito estudio que trataba de demostrar que quienes bebían más agua tenían menos dolores de cabeza, pero, por lo pequeño, estadísticamente los resultados no son significativos.

¿Hay algo cierto en cuanto a que beber agua en abundancia mejora el tono de la piel? Nada de nada en la literatura científica aunque si está demostrado que la deshidratación disminuye la turgencia de la piel, pero ese es otro asunto.

Ultimamente, además, han surgido casos de hiponatremia entre gente normal cuando solamente se daba entre consumidores de éxtasis que beben grandes cantidades de agua que demanda la droga y entre deportistas como los corredores de maratón, por lo que los expertos no se cansan de avisarles de los peligros de beber agua en exceso. Al tratar de evitar el peligro de deshidratarse podrían terminar bebiendo tanto que diluyen la sangre y el agua se precipita en las células, incluso las del cerebro. Luego estas células hinchadas presionan el cráneo y el resultado puede ser fatal.

Así, ante la evidencia de la falta de evidencia, el agua para las ranas y pa los peces que nadan bien, beberé cuando tenga sed, aunque no sé si beberé agua o beberé otras cosas, teniendo en cuenta, eso si, que hay personas, como yo, que no suelen sentir sed con frecuecuencia y entre los que se encuentran tambien los más mayores. Y tendré que recordar además que las bebidas alcoholicas y las que contienen cafeína deshidratan. Pero la duda de quien ha pagado todos esos estudios que estos científicos han examinado persistirá en mi mente y saltarán en mis sueños algunos nombres y apellidos de grandes negocios de agua embotellada. La historia de siempre.

***ACTUALIZACIÓN: Cean ha tenido la gentileza de aportar la reproducción textual de una entrevista muy interesante sobre este tema realizada por Julio Cesar Iglesias en Radio Nacional de España al Dr. Juan José Rufilanchas, cirujano cardiovascular del Hospital Ruber Internacional de Madrid. Muchas gracias Cean.

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